sábado, 12 de septiembre de 2015

Piel canela

Tiene los ojos chinos y la piel canela. Si mi comienzo tuviera cara sería morena y alargada. Me pregunto qué sexo le pondría ¿mujer o hombre? No sé quien me da más compañía. Recuerdo el día en que me di cuenta de que yo era algo así como artista, bohemia, conectada con lo imposible, amante de las causas perdidas. No se me olvida cuando quise ser ordenada, médica , matemática, física. Qué risa. Pensé que mi pasión no era el comienzo sino el final. Qué tontería. Mamá yo soy artista. Y ella ya lo sabía. Los inicios, que diversión, que vértigo, que emoción. Quise resolver problemas matemáticos, cual perro volando, así era yo. Colores, lápices, telas, cámaras, palabras, imágenes, cual perro corriendo así soy yo. Hubo un día, delante de un número que pensé: “Que bellas son las flores.” Solo me entenderás si eres muy optimista, hasta llegar al extremo. Nos podrían estar matando que diríamos que no hay muerte a la vista. Si mi comienzo tuviera cuerpo sería huesudo. Por todos los recovecos en los que tendré que estar antes de llegar a mí destino. Por los golpes. Por las cimas. Por las alturas. Por el vértigo. Por las bajadas. Esa vez que intenté subir y me quedé a la mitad y vi que lo bonito de llegar era el camino. Tiene los ojos chinos y la piel canela. Dicen que parece una princesa de larga melena, de las que montan a caballo y luchan sin bandera. Pero si mi comienzo tuviera alma sería la de una reina. Diría a todos que tienen que ir a la guerra, a la guerra del amor. Les mandaría meterse en la cama con quien sea que quieran, cuando haya amor mutuo. Una reina, la reina del cariño. Mi comienzo no tiene sexo, ni cara, ni cuerpo, ni alma. Mi comienzo solo me tiene a mí y a un hermoso lienzo en blanco listo para llenar con mi pasión de artista, bohemia, desordenada, matemáticamente no apta, colorida, cosida, remangada, conjuntada y desparejada.

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